
Ayer por la noche (ya se que era lunes, es lo que tiene no tener límites) dos colegas (vuestro querido
cruzcampero y J.A.) y yo nos fuimos de parranda por la noche mallorquina.
Empezamos tomando cervezas, después vinieron los chupitos y los cubatas. Cruzcampero se fue para casa, porque veía que la cosa iba a coger derroteros altamente alcohólicos, pero J.A. y yo queríamos seguir estropeándonos el cuerpo y nos fuimos para el
Paseo Marítimo, y a partir de ese momento entré en un mundo totalmente surrealista.
J.A. se acercó a dos mujeres para bailar mientras yo pedía en la barra de un pub. De repente, veo que una de ellas viene hacia mi muy decidida y me suelta "¿tu eres David, no?". Yo me quedé parado intentando reconocerla y me di cuenta de que es una amiga de mi madre. Hasta aquí no hay nada reseñable, lo chungo empieza cuando la mujer me suelta el sermón de que se a separao, que lo está pasando mal, que ya que su marido le ponía los cuernos ahora ella va ligando por ahí. Total, que yo entre la melopea que llevaba y lo que me estaba pasando me quedé flipado.
La mujer se fue soltando y al final nos tirábamos los trastos mutuamente. Yo, al ver la situación me quise ir, pero J.A. venía con dos mojitos recién servidos. Por suerte, fueron ella y su amiga las que salieron del local, lo cual agradezco.
Esta mañana me e levantado muy resacoso pa ir al trabajo y al recordar lo sucedido me e quedado loco. Me han venido a sustituir unas horas y al llegar a casa he intentado dormir, si sólo intentado, porque un vecino estaba escuchando a
Junco a todo volumen. Ahí me e dao cuenta de que mi vida es pa contarla en el "
Diario de Patricia" porque es totalmente surrealista.
Por cierto, aunque no lo parezca, no soy un alcohólico. Soy un borracho. Los alcohólicos van a reuniones, jejeje.
Salud a todos.